El São Paulo con Robert Arboleda en cancha y sumado a impecable actuación de Rafael bajo los palos, levantó este domingo su primera Supercopa de Brasil después de imponerse en la tanda de penaltis (2-4) a un desconocido Palmeiras, que sintió en exceso la ausencia de la joya Endrick.
El campeón de Copa doblegó al campeón de Liga en una final crispada, de juego plano, que se resolvió desde el punto de penalti tras un aburrido empate sin goles en el tiempo reglamentario.