Con apenas 14 años, Darla Chacón ya tiene una historia que inspira. A los siete, dejó atrás el ballet —“los tutús no eran lo suyo” — y se volcó al mundo del patinaje de velocidad, una pasión que la llevó a convertirse en seleccionada de Pichincha desde 2019. 
Ruedas y ambición
Desde que empezó en el patinaje, Darla ha sido reconocida cuatro veces como mejor deportista del año en su provincia. Gracias al apoyo del sector privado —como Banco Pichincha y Fundación Crisfe— ha podido competir en torneos panamericanos y proyectar su meta: estar en lo más alto del mundo. 
Equilibrio difícil
Entre rodillos, entrenamientos y viajes al extranjero, Darla también lleva clases. Aunque admite que “casi no me han visto en clase”, asegura que sus buenas notas le han permitido compatibilizar deporte y estudio. 
¿Qué viene?
Su objetivo está claro: subir al podio mundial. Después de obtener bronce en el Panamericano de patinaje en Ibagué (Colombia) en 2021, ahora aspira a “estar entre las dos primeras del escalafón” para clasificar al Mundial. 
“Con esfuerzo se pueden lograr todas las metas, tanto en los estudios como en el deporte”, dice Darla, citando a su referente, Gabriela Vargas. 
Darla Chacón es mucho más que una promesa: es una joven con visión, talento y disciplina que demuestra que a veces cambiar de escenario (del ballet al patinaje) puede abrir una pista hacia el éxito.
